Sense que serveixi de precedent…
…un tòtem de la progresía, Vicente Molina Foix, l'encerta a El País d'avui:
El pequeño aunque vistoso incidente, hace unas semanas, del chico y la señora que no querían llamar por su nombre catalán a Carod-Rovira no revestiría mayor importancia si no fuera el exponente de un totalitarismo mental aún muy incrustado en amplias capas de nuestra población, por lo que se vio en el plató de TVE y se oye en las calles no toda anciana y nostálgica de Franco. Estas personas, una con peor intención que otra, me parece, decían José Luis a Josep-Lluís, pero naturalmente se sentirían ridículas llamando a la actriz de Los otros Nicolasa Kidman, Miguela Pfeiffer a la renacida estrella de Hollywood, Judas Ley al galán británico Jude Law, por no hablar de los clásicos: nadie que yo conozca ha llorado la muerte de Miguel Ángel Antonioni, ni es frecuente, fuera de algún vetusto, referirse a Guillermo Shakespeare, a las tragedias en verso de Juan Raíz o a Enrique Jaime como autor de Retrato de una dama. La horterada rancia, el sectarismo y la grosería de esos individuos que se negaban a llamar a alguien por el nombre de plena vigencia y legitimidad que ha elegido les exponía crudamente a ellos; en el nombre comienza el territorio privado donde toda vulneración o cortapisa es agresiva.
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